La verdadera dignidad de los cuerpos policiales

Los Mossos d'Esquadra están enfadados con el Departament d'Interior. Tienen unas cuantas quejas y las van a dejar bien claras en un manifiesto que van a leer esta tarde delante de la sede del departament del que dependen.

¿Qué les sucede? Argumentan que las decisiones políticas están haciendo mella en su dignidad. David José, del sindicato mayoritario de los Mossos (SPC), acaba de asegurar en la Cadena Ser que en la rueda de prensa que responsables de Interior dieron anunciando que se suspendía a cinco de sus compañeros por el primer vídeo que mostraba supuestas agresiones hubo "presunción de culpabilidad". Y creen que el tratamiento dado a lo que ellos consideran "como mucho" casos aislados hace que su trabajo en la calle sea más difícil.

"Queremos que prevalezca la seguridad del mosso antes que la imagen "no-represora" que tanto insisten en dar los políticos", dice en un comunicado el SME-CCOO. Se ve que consideran que un compañero de ellos resultó herido porque tenían orden de "dilatar el uso del casco". Pues habrá que llegar a un punto medio, oiga. Porque no parece, ciertamente, que tener imagen de represores les haga más dignos. Más bien todo lo contrario.

Si los Mossos d'Esquadra quieren hablar de dignidad, deberían estar de acuerdo en los pasos que el Departament d'Interior está dando para que los ciudadanos vean que, si alguien en el cuerpo actúa mal, padece consecuencias.

Una noticia en la web de Amnistía Internacional empieza así: "Amnistía Internacional ha expresado su satisfacción por la rápida actuación del gobierno autónomo de Cataluña (Generalitat) para instalar cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV) con el objetivo de investigar las denuncias de malos tratos a dos detenidos por parte de cinco agentes de la ley (Mossos d’Esquadra) en la comisaría de Les Corts de Barcelona". Anunciar la instalación de cámaras de vigilancia en todas las comisarías es dignificar el cuerpo. Suspender a unos agentes no parece algo irrevocable y, sin embargo, los ciudadanos nos sentimos más seguros si nuestros cuerpos policiales se libran de quiénes de verdad los mancillan, sin prejuicio de que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Mossos y detenidos incluidos.